“Richard” Reinhard Klitzing
Técnico de Mantenimiento
Oficial Radioelectrónico Marina Mercante
A raíz de mi artículo Dilema ambiental, Lámparas de bajo consumo y mercurio me llegaron comentarios sobre un documental emitido por LA2 en junio de este año (2013), diciendo que la gente se muere al romperse una de estas bombillas, se ponen muy enfermos, que las lámparas contienen cantidades ingentes de mercurio, que hemos sido engañados, que lo ha dicho la tele y más.
Como desde hace años que no tengo televisor, y me perdí
aquel documental en su día, lo busqué por internet pero RTVE ya lo tenía
retirado de su página web, supongo por razones de licencia, hasta que lo
encontré en youtube (no pongo enlace por derechos de autor etc. buscar: bombilla tve). Resultó ser una versión
corta (58 min) de una película austriaca (Bulb Fiction, 2011, 136 min). Visioné
las dos versiones más algún otro “documental” de la misma corte y procedencia y
vi que había que decir algo al respecto.
Con este artículo no pretendo banalizar el peligro del
mercurio, ni mucho menos y todo lo contrario. El mercurio, como otros metales
pesados y compuestos orgánicos e inorgánicos nocivos directamente o
indirectamente para el ser humano y el medio ambiente, representa una seria
amenaza. Se trata ante todo de criticar una forma tan distorsionada de
(des)informar a la audiencia. El film carece totalmente de pruebas y argumentos
fundados para mantener las acusaciones vertidas salvo algunas excepciones. Recomiendo leer el arriba mencionado artículo.
Desde luego, triste la enfermedad del pequeño Max, achacada
en el film exclusivamente al mercurio. Según los comentarios, la rotura de una
bombilla de bajo consumo era la causante de su enfermedad , aunque nunca
demostrado. Se podría pensar, si fuera así, en una extrema hipersensibilidad al
mercurio o/y alguna otra enfermedad preexistente. También hablar de total
inhabitabilidad de la vivienda después del vertido de 4 mg de mercurio, el
contenido de la bombilla analizado o, en su equivalencia, de 4 kg de atún o pez
espada (valor máximo permitido 1 mg/kg) me parece una auténtica barbaridad.
¿Qué pasaría entonces con miles de termómetros de fiebre (contenido de Hg: 1 g)
y otros termómetros y barómetros y muchos de los antiguos interruptores
minuteros de iluminación de escalera (10 - 20g) que se han roto?
Detestable el asunto del vertido de mercurio en Minamata
(Japón) entre los años ’30 y 60 del siglo pasado. Las cifras más pesimistas (y
probablemente más realistas) hablan de unos 17.000 afectados y 3.000 muertos,
aunque el gobierno japonés reconoció hasta 2001 solo poco más de 2.000
afectados con derecho a reclamación de ayudas. Reprochable también la actitud
tanto de la empresa causante como del gobierno, así como de organismos
internacionales en la tardanza y resolución mostrando grave negligencia, igual
que en otros episodios, de otros tóxicos, algunos más llamativos como Seveso y
Bophal, y otros menos conocidos. Pero hay que mencionar que en el caso Minamata
se vertieron en este periodo unos 81 toneladas (estimadas), el equivalente unas
40.000.000.000 de bombillas de bajo consumo modernas, de metilmercurio a un mar
interior (con pequeñas aperturas hacia el exterior) de unos 100 km2 y solo 50 m
de profundidad y cuya pesca sirvió como una de las principales fuentes de
alimentos de la población local.
Usar el argumento de las pésimas condiciones de trabajo en
países de bajos sueldos, ante todo asiáticos, como argumento contra la lámpara
de bajo consumo también carece de fundamento. Esta situación se puede dar en todas las
áreas industriales con externalización de fabricación a estas regiones, véase
los casos más recientes de incendios en la industria textil de Bangladesh. Es
entre otros también responsabilidad, de las empresas contratantes en este
mercado y la prohibición de la bombilla
de bajo consumo no cambiaría absolutamente nada.
Referente al reciclaje y eliminación de las lámparas de bajo
consumo también se puede observar algunos disparates. En el minuto 40 se puede ver como un
ciudadano recorre muchos km para encontrar un punto donde depositar su lámpara
de bajo consumo agotada, punto que abre una vez al mes durante una hora. Me lo
creo, hay que recorrer muchos km para encontrar un depósito así, ya que la
mayoría tiene un horario mucho más amplio y prácticamente todos los días.
También podría depositar la lámpara en su proveedor de bombillas habitual, que
está obligado a aceptarla cuando se compra material nuevo. He encontrado en el
área de Bruselas, donde tiene lugar el episodio mencionado, muchos ‘puntos
limpios’ (Pero no he podido sacar detalles por conocer bien ni el Francés ni Neerlandës). En cada país de la UE existen organizaciones que se encargan de la
recogida selectiva de residuos electrónicos y lámparas de descarga (RAEE). En
España la más importante es AMBILAMP que tiene repartidos en el país unos 26.000
puntos de recogida (2012), unos 17.000 en pequeño comercio y otros 9.000 entre
puntos limpios, grandes consumidores, gestores de residuos, distribuidores etc.
consultando su web he podido encontrar más de 15 en un radio de 1 km desde mi
domicilio, un paseo de 10 minutos.
Poniéndome en contacto con AMBILAMP, desde allí me aseguraron además que los establecimientos colaboradores reciben, aparte de los contenedores de recogida diferenciados para tubos lineales y tubos compactos y LED, la siguiente documentación para su estudio: MANIPULADO LAMPARAS y MANUAL 2.0.
Poniéndome en contacto con AMBILAMP, desde allí me aseguraron además que los establecimientos colaboradores reciben, aparte de los contenedores de recogida diferenciados para tubos lineales y tubos compactos y LED, la siguiente documentación para su estudio: MANIPULADO LAMPARAS y MANUAL 2.0.
Retratar la mala práctica en un centro de reciclado tampoco
es un argumento válido, tratándose de un solo centro y no de esta industria en
general. Faltas y negligencias en seguridad, salud, protección ambiental y
buena práctica se cometen por desgracia en todos los sectores y deben ser ¡siempre! objeto de denuncia. ¿pretendemos acaso prohibir la actividad de la
construcción porque existen unas pocas empresas, gerentes, responsables que no
proporcionan a sus trabajadores los equipos de protección prescritos?
En lo que al tan criticado almacenamiento del mercurio
reciclado se refiere, se debe que en Europa existe prohibición de exportación
de mercurio para evitar entre otros malas prácticas en algunos países, que se
pretende una prohibición internacional de la producción de mercurio por fuentes
naturales y así restringir el uso a mercurio reciclado y que para el
almacenamiento se opta por lugares seguros y geológicamente estables y
“elásticos” como antiguos yacimientos de sal mineral (por ejemplo Untertagedeponie
Herfa-Neurode en Alemania). Esta práctica es necesaria de todas formas por
existir un exceso de mercurio a raíz de la prohibición de su uso en termómetros
y otras aplicaciones donde no es estrictamente necesario salvo algunas
aplicaciones especiales, y su retirada de circulación. Combinando mercurio
metálico con azufre se obtiene el a temperatura ambiente mucho menos peligroso
sulfuro de mercurio (cinabrio).
Buscando información sobre la película, su autor y los
“expertos” que pululan por ella, me llamó la atención de un artículo en alemán
del físico Dr. Rüdiger Paschotta, criticando duramente el film y muy parecido a
lo que tenía en mente. Le pedí permiso para traducirlo y difundirlo en español
a lo que accedió, naturalmente bajo las condiciones habituales de mantenerlo
inalterado y fiel al original, y mencionando las correspondientes fuentes.
Un hecho curioso llama la atención: buscando información en
internet no se encuentra apenas nada serio sobre los “expertos” exceptuando
autobombo en sus páginas web, aportes en revistas y páginas afines a sus ideas
nada convencionales y alejadas de la comunidad científica en general, y sus
opiniones como “expertos” que los medios de información repiten como loros. Dos
excepciones son el Eurodiputado Holger Krahmer y el Dr. en Economía por la
Universidad de Princeton Max Otte, de quienes sí se encuentran referencias
sólidas.
Uno de los primeros “expertos” es el Dr. Joachim Mutter,
conocido por su campaña contra la amalgama empleada en odontología, su cercanía
a círculos esotéricos, anti-vacunista y una secta suiza “Anti-Zensur-Koalition”,
pero no por alguna información, artículo u otro en alguna publicación seria y
reconocida por la comunidad científica.
Otro “experto”, no aparece en el documental emitido por LA2
pero sí en la película y en otro documental del mismo cuño, es Wolfgang Maes, (autonombrado)
“Baubiologe” (Biólogo de Edificación), término acuñado en Alemania , y
periodista. La “Baubiologie” tiene como objeto el estudio de la relación
biológica de los seres vivos, en concreto los humanos con su medio construido.
“Baubiologe” no es una profesión reglada, así todo el que quiera puede usar
este término con independencia de su formación académica, si es que la tiene.
Existen institutos, organizaciones e investigadores serios que se dedican a la
biología de edificación, pero por desgracia también profanos y hasta
charlatanes y cantamañanas pueden usar este término sin problemas. Lo mismo se
puede decir de la profesión del periodista.
Igual a la mayoría de los “expertos” consultados carece
totalmente de un perfil público serio, sin formación documentada – dice que
estudió en Alemania y en el extranjero, sin aportar nunca algún documento o
certificado, y haber trabajado durante 17 años como periodista para un
importante periódico sin mencionar cual – y exhibiéndose rodeado de
instrumentos y artilugios que nadie sabe que son y para qué sirven (al menos en su conjunto. Recuerdo constelaciones curiosas como estas en producciones baratas de ciencia ficción de los años '60). Su ámbito
abarca ante todo el denominado electro-smog, contaminación por radiaciones
electromagnéticas. Las mediciones para demostrar sus teorías suele realizar con
aparatos desarrollados por él y su equipo y que emiten algún ruido según los
acerca o aleja de la supuesta fuente de radiación nociva, pero nunca con
equipos homologados y tarados y sin resultados contrastables.
Personalmente pienso que el “electro-smog”, radiaciones
electromagnéticas que nos rodean en nuestro moderno y tecnificado entorno
provenientes de fuentes de un amplio espectro electromagnético como teléfonos
móviles, WiFi, líneas de alta, media y baja tensión, televisores,
electrodomésticos y un muy largo etcétera, debe ser tema de investigaciones
serias por el actual desconocimiento de efectos que podrían tener o no, y en qué forma y alcance, sobre
el organismo, pero no de manera intransigente como la muestra Wolfgang Maes y
otros de su especie.
Gad Giladi, otro de los “expertos”, propietario de “Giladi
Associates sprl” y presidente de la “European Light Designers Association” de
2003 a 2005, muestra el equipo de “emergencia” a usar en caso de rotura de una
lámpara de bajo consumo, conteniendo buzo, botas, químicos absorbentes para
mercurio y más, propio para un caso de accidente nuclear. Es curioso que un tan
“renombrado experto” y su empresa ni siquiera disponga de una página web y su perfil
en Linked-in sea el más cutre y escueto que he podido ver. No he podido
averiguar a qué se dedica realmente.
Así podríamos seguir con el resto de los personajes, el
autor y realizador incluido. De Christoph Mayr encontramos un perfil de
Linked-in igual de cutre que el de Gad Giladi, y los únicos datos sobre su
curriculum he podido encontrar en la página web de su film “Bulb Fiction”. Pienso
que, personas serias, me gustaría e intento incluirme entre ellos, quienes
comunicamos una opinión o datos a un público, sea reducido o amplio, debemos
ofrecer un perfil contrastable que muestre nuestra vida profesional, igual como
lo hace Dr. Rüdiger Paschotta cuyo artículo a continuación traduzco.
Tirón de oreja también para los responsables, redactores y
periodistas de los medios de comunicación, ante todo los estatales, por
presentarnos una cosa así como “documental”, pasando por alto toda carencia de
pruebas y argumentos sólidos, y sin haber contrastado las acusaciones vertidas.
Finalmente, por eso no menos importante, se pone en
entredicho la labor de organizaciones y personas comprometidas seriamente y con
ahínco en temas ambientales y de salud.
En fin, para mayor rigor científico prefiero películas como
“G.I. Joe” y “Terminator”, concebidas para entretener, y sí lo hacen.
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Bulb
Fiction: una película de propaganda contra la lámpara
de bajo consumo
Autor: Dr. Rüdiger Paschotta
La película
“Documental” bulb fiction debe difundir entre profanos miedo y angustia y
muestra la introducción de la lámpara de bajo consumo como un crimen consumado
en consumidores y medio ambiente por siniestras “lobbies”. La crítica empleada en
este artículo sin embargo muestra que las aseveraciones realizadas se derrumban
una tras otra cuando son analizadas rigurosamente. Que los medios caían
masivamente en la trampa muestra un descarado fracaso de una mayoría del gremio
periodístico.
(Un aspecto importante - el fomento de una injustificada
histeria relacionada con el mercurio – ha sido ampliamente discutido por mí en
el artículo “Lámparas de bajo consumo: peligro mortal por mercurio?” (1). He
ahora aquí una crítica más extensa sobre el film y más abajo sobre el fracaso estrepitoso de
diversos medios de comunicación. Programas de TV parecidos como “Ausgebrannt –
das Ende der Glühbirne” (quemado, extinguido, apagado – el final de la bombilla
incandescente) del 19.04.2012 en 3sat (tv privada) y “Giftiges Licht” (Luz venenosa)
del 08.08.2012 en ZDF (tv pública alemana) difundían los mismos disparates que
“Bulb Fiction”.)
El 31.05.2012 el film “bulb fiction” llega a los cines
alemanes, después de haber sido expuesto en cines austriacos desde septiembre
2011. Ya un reportaje nada crítico sobre la película en el programa ““titel
thesen temperamente” del 29.04.2012 mostraba a este filme como un producto
totalmente parcial y extremamente distorsionante de la situación. Mientras
tanto, pude ver la película en toda su longitud y analizarla de forma detallada
y rigurosa. En los siguientes apartados
se discuten todos los principales argumentos con los que se justifica el
rechazo categórico e intransigente de las lámparas de bajo consumo. Se revela
que con un examen crítico no se mantiene apenas nada de consistencia que podría
justificar la declaración básica: La lámpara de bajo consumo es obra del diablo
y debe estar prohibida!
Ya que algunas personas desde internet me han acusado sin
base ninguna que ejerzo trivialización por encargo de algunas “Lobbies”,
declaro desde aquí expresamente: me hallo en este caso totalmente independiente
de cualquier lobby, y especialmente, no recibo compensación ni monetaria ni de
otra forma de ninguna de las partes relacionadas con estas actividades. Solo
defiendo lo que, según mi mejor saber y consciencia, representa la verdad y es
resultado de reflexiones razonables y lógicas.
El peligro del
mercurio – expuesto de forma exagerada
El pilar central para la demonización de la lámpara de bajo
consumo es la aseveración que el mercurio que contiene es extremadamente
peligroso. De hecho, el mercurio es una sustancia muy tóxica. Sin embargo hay
que tener en cuenta que su toxicidad es determinada por su cantidad. Aunque la
película muestre un caso de Baviera en el que una lámpara rota durante su
funcionamiento supuestamente hizo enfermar gravemente a un niño y,
supuestamente, hizo inhabitable la vivienda, sin embargo, para el
esclarecimiento de la pregunta si unos pocos miligramos de mercurio pueden
desencadenar todo esto, sorprendentemente no aporta nada. En todo caso y según
conocimientos actuales de toxicología sería pensable únicamente una
hipersensibilidad (alergia) extrema, pero no una intoxicación propiamente
dicha.
Interesante ver quien ha sido empleado como “Especialista en
Intoxicaciones por Mercurio”: el conocido como crítico de amalgamas (dentales)
Dr. Joachim Mutter. Que éste está al parecer en guerra constante con la ciencia
y la medicina basada en evidencias, pudiendo explicar la inconformidad suya con
la comunidad de sus colegas al parecer únicamente con teorías de conspiración,
no se aclara en el filme, al contrario a la página web Psiram.com, “Wiki de los sistemas
de persuasión irracionales” (Wiki der irrationalen Überzeugungssysteme). A
saber, Dr. Mutter ha destacado con diversos trabajos en el sector esotérico,
como relacionados con “electrosmog”, grupos fanáticos anti-vacunación,
sanadores espirituales y mantas de protección contra radiaciones de origen
geológico. Al espectador probablemente hubiera gustado ser informado sobre todo
esto, pero con toda seguridad recibe esta información por primera vez aquí.
Al menos insinuaba Dr. Mutter que enfermedades preexistentes
debieran jugar un rol en la dolencia del niño. (Destaca fuertemente la sospecha
que mercurio pudiera aumentar gravemente la sensibilidad hacia otros agentes
tóxicos; respecto a esto aún me gustaría consultar a reconocidos Toxicólogos y
comprobar si los pretendidos conocimientos están documentados en la literatura
especializada o son solo “conocimientos del haber oído”). A pesar de las
enormes incertidumbres (por ejemplo enfermedades preexistentes no aclaradas) el
caso de Baviera parece ser el más indicado como “prueba” de la enorme
peligrosidad de la lámpara de bajo consumo; de otra forma se hubiera reportado
sobre otro caso. Y por supuesto la película despierta la sensación que el
mercurio fuera la causa determinante de la enfermedad, a pesar de la entrada a
la casa de solo unos pocos miligramos de mercurio, y la inhalación por parte
del niño de una presumiblemente pequeña fracción de éste. Es realmente
asombroso que, décadas después de la introducción de los tubos fluorescentes,
que contienen más mercurio que las lámparas de bajo consumo y a veces también
se rompen, por lo visto no se puede encontrar
ni un solo caso que fundamente sus afirmaciones.
Ya que la problemática del mercurio ha sido discutida ampliamente
en ref.(1), no es necesario repetir aquí detenidamente detalles, como el dato
revelador que en la UE una Lámpara de este tipo está limitada en su contenido
de mercurio al equivalente del permitido en 5 kg de atún (actualmente ya 3,5
kg). ¿Exige acaso alguien la prohibición del consumo de pescado, ya que éste contribuye
en mayor medida a la exposición al mercurio de la población?
Trabajadores
expuestos
Que trabajadores que montan o manipulan lámparas bajo
condiciones deplorables, no como por ejemplo en Alemania, podrían estar
sometidos a una inquietante exposición al mercurio es seguramente cierto, esto
naturalmente no se puede aceptar ni pasar por alto, sin embargo ni se puede
responsabilizar al consumidor, quien incluso en caso de rotura está mucho menos
expuesto, ni solucionar con una prohibición de las lámparas aquí. De las
situaciones penosas mostradas se concluye razonablemente que, ni más ni menos,
en muchos lugares hace falta una considerable mejora en temas de protección de
salud y condiciones laborales.
Errores bochornosos
de un físico
La resolución de la UE sobre las normas de eficiencia de
aparatos luminosos (“prohibición de la lámpara incandescente”) se basa
esencialmente en un estudio del instituto belga VITO (Vlaamse Instelling voor
Technologisch Onderzoek, Instituto Flamenco de Investigaciones Tecnológicas).
Otro experto incluido en la película, un Físico de la TU Wien (Universidad
Técnica de Viena) expuso a este estudio como totalmente acientífico, cometiendo
él mismo errores bochornosos. De pronto calificaba como broma el hecho de haber
examinado solo 5 lámparas por su contenido en mercurio. Sin embargo no hay
evidencias que los autores del VITO hubieran sacado alguna conclusión no
justificada de ello. Ellos pretendían analizar el contenido típico de mercurio
mediante unas muestras al azar, y, sorprendentemente, llegaron a la conclusión
(ni siquiera cuestionada en el film) que el contenido promedio de las lámparas
era algo inferior del permitido. Sí desde esta serie de mediciones hubieran
concluido que nunca podrían existir ejemplares salidos de la norma, sería
totalmente acientífico, pero en ningún momento han obrado así.
Muy sorprendente luego la opinión de que no se podría
determinar el contenido de mercurio rompiendo la lámpara porque el mismo se
escaparía inmediatamente en forma de gas. Parecía desconocer que el mercurio,
al contrario del helio empleado por él como ejemplo, no se evapora tan
fácilmente y solo una pequeña fracción de éste se hubiera fugado en forma de
gas – realmente remarcable para ser un físico. Su propia ignorancia sin embargo
formaba la base para mostrar como incompetentes a los autores del estudio.
También resulta de ello la conclusión que la UE utiliza métodos de medición
inadecuados.
Además: los resultados del análisis propio hecho por este
físico en una lámpara coinciden totalmente con los obtenidos por VITO. Curioso:
según sus conocimientos sobre las propiedades del mercurio VITO tendría que
haber encontrado cantidades muy inferiores. Pero tan evidentes discrepancias al
parecer ni le importaban a él, ni a los realizadores del film.
Un diseñador de
iluminación como experto en mercurio
El diseñador de iluminación Gad Giladi tien la palabra en
varias ocasiones como supuesto experto. Por ejemplo asevera que, para la
limpieza después de una rotura de lámpara se precisa un amplio y difícilmente
manejable kit de emergencia que cuesta unos 130€. Pero permanece su secreto la
necesidad de tan complicado procedimiento si, como es sabido, bastan
actuaciones muy sencillas (véase por ej. Ref (1)). Tales kits de emergencia han
sido desarrollados para cantidades mucho mayores de mercurio, y en este caso
serían un remedio más que excesivo. En la película sirven naturalmente como
“prueba” como se distribuyen las lámparas entre la población de forma criminal
e irresponsable, sin que se les proporcione las preceptivas medidas de
seguridad.
Sorprendente también el veredicto de Giladi que un consumo
mayor o menor de energía eléctrica no cambia nada en la cantidad de su
producción. Tan manifiesto disparate al parecer no ha sembrado ninguna duda
sobre la competencia del experto por parte del autor de la película.
¿La paradoja del
mercurio resuelta?
La paradoja del mercurio consiste en que el empleo de
lámparas incandescentes origina mayor polución por mercurio que el empleo de
lámparas de bajo consumo, aunque las primeras no contengan este metal pesado.
Esto resulta de las emisiones de mercurio de las centrales eléctricas de
carbón, más necesarias con el uso de bombillas convencionales.
Ahora, en el film Kevan Shaw de la PLDA (Professional
Lighting Designer’s Association) opinaba que la paradoja del mercurio se había
calculado artificialmente empleando valores altos poco realistas para el carbón
empleado. Otra vez un cálculo rápido
muestra lo contrario. La nueva y polémica central térmica de carbón en Moorburg
cerca de Hamburgo está autorizada de emitir en sus humos 67.5g Hg por hora (3),
tanto como el contenido máximo permitido de más de 19.000 lámparas de bajo
consumo nuevas. Cantidades adicionales se vierten con las aguas residuales.
Esto se puede extrapolar fácilmente a cada kW/h y a continuación a la cantidad
de energía que precisan bombillas convencionales de 60W durante 5.000h (valor
más bien pesimista de la supuesta duración de una lámpara de bajo consumo), El
resultado son unos 12mg, 3,5 veces la cantidad de la permitida en lámparas de
bajo consumo desde 2012. Ahora, el ahorro energético afecta también
parcialmente a centrales térmicas de gas donde no pueden reducir emisiones de
mercurio por no emitirlo, por otro lado muchas centrales de carbón más antiguas
muestran emisiones más elevadas.
Tabla 1: gastos en fabricación y funcionamiento durante
5.000h con diferentes medios de iluminación. La fabricación y eliminación de
una lámpara de bajo consumo consume por un lado significantemente más energía
que la de 5 bombillas incandescentes. (las cifras provienen de “Hessen Energie”
y probablemente son datos estimados.) Sin embargo es más importante el gasto
energético durante el funcionamiento para el balance final. Incluso si solo una
parte de la energía proviene de centrales de carbón, la contaminación es más
alta con el empleo de lámparas incandescentes. Lo mismo vale para el mercurio,
aunque las emisiones estimadas pueden variar de una central a otra. El mercurio
emitido por centrales térmicas es finamente distribuido en el ambiente, el
contenido en las lámparas puede y debe mantenerse retenido mediante
manipulación adecuada. Aún lo que se deposita en la basura doméstica no llega
al medio ambiente en todo su volumen.
Salvadores de la
bombilla incandescente gustan calcular a la baja aplicando la media europea con
solo apenas un 30% de participación del carbón en el total. Pero esto no tiene
sentido, ya que la reducción de consumo no afecta por igual a todas las
centrales eléctricas: a centrales hidráulicas, fotovoltaicas y eólicas
prácticamente nada, ya que con seguridad no se deja sin aprovechar estas
energías. Tampoco afecta a las centrales nucleares que son empleadas si es
posible bajo carga máxima. La producción de centrales térmicas al contrario se
reduce proporcionalmente más, mucho por debajo del cálculo basado en la media
de las distintas fuentes.
Pasa desadvertido muchas veces que con las lámparas se tiene
la posibilidad de evitar la polución mediante buen reciclaje, mientras las
centrales térmicas distribuyen el mercurio finamente y sin remedio en el medio
ambiente.
Que un diseñador de iluminación entienda menos de estas
cosas que un experto en energía seguramente se puede perdonar. ¿Pero porque se
apoya el film precisamente en éste, si además niega datos ampliamente
reconocidos?
Parpadeo y
“electrosmog”
El biólogo de edificación Wolfgang Maes sostiene en la
película que lámparas de bajo consumo causan parpadeo y electrosmog. El
mencionado parpadeo es de tan alta frecuencia que el ojo no lo percibe. Que
podría tener aún algunas repercusiones es opinable en un principio, sin embargo
carece de fundamentos con los conocimientos actuales. Señor Maes mismo dice en
varias ocasiones, que no se conocen repercusiones biológicas. Sin embargo esto
no le retiene difundir grandes preocupaciones sobre la enorme polución por
parpadeos luminosos, como si esta polución hubiera sido probada o fuera al
menos plausible. Le parece suficiente para evaluar el potencial dañino el valor
de la frecuencia, lo que naturalmente no tiene ningún sentido.
Algo parecido pasa con el electrosmog: desde hace años hay
quejas desde ciertos círculos sobre supuestas enormes daños para la salud (por
ejemplo después de la instalación de antenas de telefonía móvil, a veces
incluso antes de su puesta en funcionamiento!), y el ya arriba mencionado Dr.
Mutter también sostiene que muchas personas fueran “electro-sensibles”. Que los
efectos supuestamente tan evidentes nunca han podido ser demostrados de manera
convincente para la comunidad científica debería hacer dudar a uno excepto,
naturalmente, se recurre de nuevo a una teoría de conspiración...
Visiblemente se trata aquí de sistemas de creencias que no
se dejan influenciar por consideraciones racionales. Desafortunadamente parece
haber muchas personas que toman más en serio cualquier supuesto peligro carente
de cualquier prueba, que los problemas muy reales relacionados con emisiones de
gases de efecto invernadero y adicionales emisiones tóxicas de centrales de
carbón que se producen por la continuación del uso de bombillas incandescentes.
¿Resta eficacia al
ahorro energético el comercio de emisiones?
Un Argumento, por supuesto nada convincente, escuchado ya en
otro lugar del economista ambiental Andreas Löschel, consistía en que
adicionales medidas administrativas para el ahorro energético no ayudarían al
medio ambiente debido al comercio de emisiones. Visto estrictamente podría
parecer lógico: En el marco del comercio de emisiones está limitada la
totalidad de las emisiones de dióxido de carbono permitidos, por ende
aparentemente no influenciable por mayor ahorro energético, pero solo
aparentemente, y eso por dos razones:
- - Implícitamente
se supone, para mantener este argumento, que los límites superiores de
emisiones caían más o menos del cielo. En realidad estos límites están
negociados políticamente, naturalmente respetando lo tecnológicamente posible y
lo económicamente aceptable. Si ahora la política prescindiría por ejemplo de
la introducción de las lámparas de bajo consumo, se reducirían los márgenes de
lo económicamente aceptable, y en consecuencia a más tardar en la próxima ronda
de negociaciones se aumentarían los límites de emisiones.
- - Otro
implícito supuesto, pero tampoco cierto, es que el comercio de emisiones
después de todo funciona. Sin embargo no es el caso todavía en la UE: Es sabido
que se han expedido (gratuitos) tantos certificados de emisiones que su precio
de mercado bajaba enormemente, dejando de existir así un verdadero estímulo
para reducir emisiones de CO2 mediante esta vía.
Acaso se puede esperar en el futuro hacer operativo el comercio de emisiones en la UE mediante la expedición de menos certificados. Por ello aboga Andreas Löschel, por supuesto con razón. Aun cuando esto se consigue queda todavía el problema mencionado antes. Por lo tanto de momento hay que asumir que el comercio de emisiones no cambia nada en la reducción de CO2 mediante la “prohibición de la bombilla incandescente”.
Por otro lado se podría y debería luchar contra la influencia de aquellas lobbies en la UE que hasta ahora han conseguido hacer inoperativo el comercio de emisiones mediante la forma arriba discutida. Si en vez de esto “bulb fiction” dirige todos sus ataques contra la industria de iluminación, se desvía la atención del problema real.
¿Ningún ahorro energético ni reducción de emisiones de CO2 destacable por uso de lámparas de bajo consumo?
En algunos círculos gusta también hacer parecer ineficaces ciertas medidas comparándolas con cosas con las que no tienen relación alguna. Así, reducciones de emisiones de CO2 de 15 millones de toneladas en la UE alcanzables solo por el empleo de lámparas de bajo consumo serían, según dicen, insignificantes si se compara con las emisiones globales de UE o China. La única comparación razonable es sin embargo la de costes (en el amplio sentido) con los beneficios de la misma medida. Pero esta molestia no se toma en la película.
Además: ¿Sería acaso superfluo comprometerse en contra del despilfarro en un proyecto estatal completamente inútil de 100 millones de € porque solo representa una pequeña fracción del presupuesto de la UE? ¿O más, deberíamos mejor comparar con el producto social bruto mundial para comprender que de todas formas cada esfuerzo contra el despilfarro es inútil? Naturalmente, estos argumentos son absurdos, basándose en exactamente la misma “lógica” empleada en la película en el tema de las lámparas.
A nivel mundial, el 45% de emisiones de mercurio tiene su origen en centrales de carbón (4), en contra de solo una pequeña fracción que proviene de las lámparas. Tampoco de ello se debe deducir que la contaminación por mercurio por lámparas no tenga relevancia. Donde es posible reducirla se debe hacer, pero sin dejar de tener presente que tiene más importancia el retroceso de centrales térmicas de carbón, también con motivo de otras sustancias tóxicas como cadmio, plomo, arsénico, uranio, torio etc. además de los riesgos climáticos. Y precisamente esto permite la sustitución de lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo: En la UE se podrían evitar así varias grandes centrales térmicas de carbón.
Por supuesto es cierta la existencia de otras medidas que permitirían una aún mayor reducción de CO2 que la prohibición de bombillas incandescentes, por ejemplo programas para reforzar el saneamiento energético de edificios. Pero no por ello resultaría inútil empezar con esta prohibición. Ya solo por ser muy atractiva económicamente. Los costes calculados para el consumidor de la reducción de CO2 no solo son bajos, sino incluso negativos: ahorran más en la factura de la luz de lo que pagan en la adquisición de las lámparas. Y esto sin que le suponga grandes inversiones por parte del estado. Esto desgraciadamente es distinto por ejemplo en programas de saneamiento energético de edificios, allí los ahorros en costes de energía son poco estables, ante todo por la dificultad de pronosticar tendencias de precios en petróleo y gas. Esencialmente por ello es difícil la constitución de este tipo de programas, primero hay que emplear mucho dinero para ellos, aunque presumiblemente al final resultaría beneficioso por riesgos climáticos evitados (además también por la reducción de riesgos por dependencias de importación). Por lo tanto es totalmente comprensible y razonable que la UE empezó con la prohibición de las lámparas incandescentes, antes de estar preparada para la implantación de otras medidas. Resumiendo, no implementar una medida practicable de reducción de riesgos climáticos solo por la existencia de otras medidas de mayor potencial pero económicamente difícil de calcular, sería irracional.
¿Greenpeace como parte de la conspiración contra consumidores y medio ambiente?
A pesar de un previo y desfavorable estudio sobre las lámparas de bajo consumo realizado por Greenpeace por iniciativa propia, pronto decidió apoyarlas como sustituto para las lámparas incandescentes. En la película se presentó de manera como si se hubiera dejado dictar su posición por la industria sin importar demasiado la verdad. Si fuera ello verídico, sería realmente un enorme escándalo. La posibilidad de que Greenpeace se dejó convencer por argumentos sólidos, y de que los argumentos de sus propios colaboradores resultaron no ser convincentes parece ser excluida por los autores de la película. Precisamente puede argumentar a favor de la seriedad de una organización el hecho de cambiar una opinión salida de sus propias filas después de su discusión con expertos externos. Solo quienes no pueden entender a pesar de extensamente fundados argumentos que personas abiertas y de buenas intenciones puedan llegar a otra conclusión por sopesar y evaluar razonablemente argumentos que ellos son capaces de atribuir de esta forma una oscura y siniestra conspiración con la tan malvada industria.
¿comisiones de la UE bajo la influencia de la industria de iluminación?
En la película se argumenta repetidas veces que las decisiones sobre la Directiva sobre Diseño Ecológico (2009/125/EG, prohibición de incandescentes) fueron concebidas en un proceso totalmente opaco, no democrático y manipulado por la industria. Especialmente se suscita la impresión de que se hubiera eludido al Parlamento Europeo. El parlamentario Holger Krahmer sostiene además (también de nuevo hace poco en un programa televisivo) que en el comité decisivo (dentro del marco del procedimiento comitológico de la UE) hubieran con toda seguridad participado dos representantes de los grandes fabricantes de iluminación. Además dijo que la composición de la comisión fuera secreta, así que las influencias de lobbies no hubieran sido perceptibles si él no lo hubiera descubierto (mediante fuentes no nombradas).
La verdad desde luego parece
otra:
- - La
UE ejerció aquí, igual que en otros casos, un procedimiento profuso de
consultas durante años, para incluir todos los posibles interesados. En el
amplio sentido de la palabra son los afectados, por ende no solo los
fabricantes, sino también por ejemplo diseñadores de iluminación así como
representantes de organizaciones de protección del medio ambiente y de los
consumidores. También algunos de los críticos aparecidos en la película estaban
presentes con la posibilidad de aportar cualquier argumento para someter a
amplia discusión. Las consultas fueron realizadas de forma totalmente
transparente: cualquiera puede descargar desde internet (sin clave acceso)
cientos de páginas (5) en las que se documentó meticulosamente cuales de las
organizaciones aportaban cuales propuestas, críticas u objeciones y como éstas
han sido tratadas y respondidas. En este procedimiento se sentaron las bases
para las siguientes decisiones.
- - A
la comisión, en contra, no pertenecía ningún fabricante ni otro miembro de
algún lobby, sino solo representantes de todos los estados miembros. No se les
nombra personalmente, su identidad carece de relevancia, ya que se limitaban a
votar por encargo de sus respectivos países. De todas formas, la comisión
introdujo únicamente pequeñas modificaciones, y no precisamente en el sentido
de una pronta prohibición de las incandescentes, sino al contrario, se
ampliaron algunas reglas de excepción.
- - En
la primera ocasión para votar sobre la directiva de diseño ecológico el
parlamento europeo prescindió de ello, al parecer porque los parlamentarios no
veían necesidad para ello. Al manifestarse protestas también en el sector
político se recuperó una votación para el 17.02.2009. esta votación se
desarrolló por supuesto respetando varias críticas que sin embargo se mostraban
insustanciales. La postura de rechazo del diputado Holger Krahmer simplemente
no halló mayoría.
A la luz de estos hechos parece muy descarado hablar de un
proceso de votación manipulado por los fabricantes y nada democrático y azuzar
con ello a la ciudadanía. Al contrario, las afirmaciones del Sr. Holger Krahmer
y su empleo en el film “Bulb Fiction” deben contemplarse como grosero engaño
del público, por lo visto con el afán de ganarse el electorado como arrojado
luchador contra la burocracia europea. El amplio y totalmente transparente
procedimiento de consulta no se menciona ni una vez. La acusación de
intransparencia se muestra como totalmente absurda; ¿qué otra institución actúa
de manera siquiera aproximadamente transparente? Por lo demás parece ser una
invención de Holger Krahmer la supuesta participación secreta de los
fabricantes en decisiones, que de todas formas no se alejaban apenas de la base
elaborada con transparencia. Aún si hubiera un ápice de verdad en ello,
tendríamos el caso de gobiernos individuales influenciados por lobbies, pero no
un problema a nivel de la UE. Una opinión al respecto de mis exposiciones
solicitada al Sr. Krahmer no ha sido lograda hasta el momento.
También es, aparte de los datos concretos, extremadamente
irresponsable perturbar masivamente el discurso político tan importante, y
hasta envenenarlo mediante acusaciones falsas e inconsistentes. En vez de
aportar a un discurso objetivo, realista y constructivo, muchas ciudadanas y
ciudadanos son azuzados contra las instituciones europeas transmitiéndoles la
impresión que UE-burócratas hubieran decidido para perjuicio de la población,
guiados por lobbies de la industria y por encima de los afectados. A saber:
influencias perjudiciales para la población de parte de industrias habrá seguramente
a menudo, y es preciso combatirlas, pero, por supuesto, con imputaciones
concretas y documentadas, donde son legítimas. Al bien de la población no le
sirve sembrar recelos a base de sospechas infundadas.
Publicidad para
calefacción eléctrica “de increíblemente alta eficiencia”
Los defensores del “heatball” (bola calefactora) encontraron original la idea poner en el
mercado bombillas incandescentes como “aparatos calefactores” (con el efecto
secundario tan útil de la generación de luz) para sortear así las normas de
eficiencia para lámparas. “Bulb Fiction” hasta permitió a esta gente recomendar
a estos heatballs como medio de calefacción con una eficiencia increíblemente
alta. Que es sabido desde hace mucho tiempo que de ineficiente se muestra la
calefacción eléctrica, y de nuevo no le molestaba al parecer a nadie. Pero la
indignación contra los malvados UE-burócratas, que desgraciadamente no eran
tontos para reconocer los heatballs como bombillas, se deja presentar de nuevo.
El inventor de la
bombilla eterna, otra víctima de la conspiración
Otra muestra de siniestras maquinaciones de la industria le
sirve a la película con la historia de Dieter Binninger. Dieter habría
desarrollado una “bombilla eterna” con una vida útil extremadamente larga con
la misma potencia luminosa y consumo como la de una normal. Incluso se sugiere
que el accidente de su avión privado tenga alguna conexión con su
enfrentamiento con la industria de las lámparas. Al parecer un asesinato
encubierto, aunque no se menciona explícitamente.
Echando simplemente un vistazo a la Wikipedia (7) por lo
menos hubiera provocado masivas dudas en esta historia, eso, si hubiera querido
dudar alguna vez de la saga de las lámparas. Para físicos no hay
evidencias que el compromiso entre
eficiencia energética y duración basado en leyes de física y bien conocido
desde hace décadas pudiera ser pasado por alto. (La duración aumenta
sustancialmente bajando la temperatura del filamento, pero en consecuencia
disminuye aún más la eficiencia.) La patente de Binninger desde luego no lo aclara
de forma comprensible y los supuestos 150.000h de duración se basan en errores
de cálculo demostrables, y no en mediciones. Plausible es en todo caso lograr
tal duración en combinación con una más que deficiente eficiencia. Existen las
así denominadas lámparas de señalización o pilotos que están optimizadas para
una larga duración de más de 10.000h, pero incluso con una potencia
relativamente alta de 100W muestran una eficiencia por debajo de 8 lm/W (aunque
son ofrecidos por un conocido fabricante como muy eficientes); Esta es solo la
mitad de eficiencia de lámparas convencionales. Por lo tanto no es posible
conseguir una duración mucho mayor sin reducción sustancial de eficiencia, las
leyes de física lo impiden.
Conclusión: ningún
documental, sino pura propaganda
Queda claro que “Bulb Fiction” de ninguna manera es un
auténtico documental, sino pura propaganda. O, como ya indica el título en el
estricto sentido de la palabra, pura ficción de salvadores ideológicos de la
bombilla quienes, al parecer una vez decidida su opinión, no aceptan ya ningún
argumento que la podría poner en peligro. Uno por uno se recurrió a expertos
dudosos, en parte provenientes de círculos esotéricos, quienes han sido
presentados como dignos de confianza y cuyas declaraciones incorrectas, como a
menudo se pudo comprobar, se quedaron ahí incuestionablemente. Sobre esta base
se construyeron entonces hipótesis inconsistentes e increíbles teorías de
conspiración. Esta línea se trazó naturalmente con constancia y maña
considerable, pudiendo haber sido engañados profundamente muchos profanos.
Mi opinión personal es que semejantes chapuzas son nocivos
de muchas maneras, en este caso ciertamente no solo para los fabricantes de
lámparas quienes podrán soportarlo con seguridad, sino también por la
intimidación de muchas personas (lo que tendrá consecuencias sanitarias) y su
instigación contra supuestamente siniestros UE-burócratas y la tan malvada
industria. En vez de mostrar como separar el trigo de la paja mediante concurso
de posturas fundadas y opiniones basadas en ideologías, y poder diferenciar
entre verdaderos expertos y charlatanes, la película lleva al espectador
conscientemente a la confusión mediante por un lado declaraciones falsas y
teorías de conspiración desacreditando auténticos expertos, por otro lado
dejando que personas con dudosos conocimientos y lógica torcida se presenten
como aparentemente competentes expertos. Pero no se trata ya solo de ética
hacia personas e instituciones, sino de las bases de nuestra sociedad. Nuestra
capacidad para llegar a decisiones racionales mediante diálogo basado en razón
e información objetiva es decisiva para la preservación de bienestar, salud y
democracia. Lo que se hizo en esta película promueve justo lo contrario: La
propagación de informaciones falsas, mentalidades irracionales y malicias que
envenenan el diálogo.
A la vista de la postura extremadamente torcida se me vino a
la cabeza la idea que se podría tratar de una nueva edición del “escándalo
Sokal” (8). Me podría imaginar que un tiempo después del estreno en los cines
se publicaría la ya preparada secuela “bulb fiction 2”. Esta corrección
revelaría punto por punto como muchas personas, muchos periodistas y redactores
incluidos, se dejaron llevar a la confusión, aunque para personas con
pensamiento crítico la historia pronto causa sensación de imparcialidad y se
desmorona totalmente en un examen más profundo. Por si solo el más que evidente
escándalo mediático podría ejercer quizás un efecto curativo y llevar a
periodistas, redactores y consumidores a un pensamiento más crítico. Tal
proyecto de esclarecimiento me entusiasmaría. Sin embargo no era su intención,
y es simplemente una película realmente mala.
Bibliografía
(1) Energiesparlampen toedliche Gefahr durch Quecksilber?
(3) Inmissionsschutzrechtlice Genehmigung für das Steinkohlekraftwerk Hamburg Moorburg
(3) Inmissionsschutzrechtlice Genehmigung für das Steinkohlekraftwerk Hamburg Moorburg
(4) Bafu, Quecksilber - Konvention
(5) Project report Lot19, domestic lighting v10
(6) Final report Lot19, domestic lighting v11
(7)http://de.wikipedia.org/wiki/Ewigkeitsgl%C3%BChlampe
(8) Escándalo SOKAL
(5) Project report Lot19, domestic lighting v10
(6) Final report Lot19, domestic lighting v11
(7)http://de.wikipedia.org/wiki/Ewigkeitsgl%C3%BChlampe
(8) Escándalo SOKAL
Algunas lecciones:
De las arriba discutidas cuestiones podemos sacar algunas
lecciones que tienen importancia también fuera del contexto de la película:
“pruebas” por
expertos
De nuevo vemos que para hipótesis totalmente falsas y
conclusiones absurdas se encuentra siempre varios “expertos” dispuestos a
afirmarlas. Por desgracia títulos académicos como Dr. y Prof. No son garantía
de la no difusión de falsedades y sandeces. Obviamente, solo después de haberse
procurado una visión del conjunto de distintas opiniones del debate y
analizándola críticamente, se es claramente menos expuesto.
Implícitamente falsas
suposiciones pasan sin problema
Expertos seguramente se basan en menor medida en falsas
afirmaciones empíricas que profanos. Pero también ellos sacan conclusiones fácilmente
que se basan en implícitamente falsas suposiciones. En muchas ocasiones se
reconocerían rápidamente estos errores si estas suposiciones fueran expuestas
explícitamente, pero en la forma implícita pasan muchas veces sin comprobación.
Nota del traductor:
En el siguiente
párrafo se usa el término alemán “strommix”, traducido literalmente como
“mezcla de corriente eléctrica”. Esta expresión significa, por ejemplo en
cálculos relacionados con la producción
o el consumo de energía eléctrica no tener en cuenta las distintas fuentes de
esta energía, quiere decir mezclar indiscriminadamente fuentes como carbón,
fuel, gas, hidráulica, eólica, nuclear etc.
Un buen ejemplo es el uso, alejado de la realidad, del
“strommix” para realizar el cálculo de los efectos medioambientales de las
medidas de ahorro energético: La suposición que para la energía ahorrada vale
la misma proporción de fuentes que para la producción total, quiere decir que
los ahorros se reparten por igual entre todas las fuentes energéticas,
manifiestamente no tiene sentido. Esto, sin embargo, se supone implícitamente y
continuamente, pasando por alto el error.
Revisar bien las manifestaciones
que parecen tendenciosas
Cuando se detecta mediante primeros indicios ciertas
tendencias en una película u otra manifestación, vale la pena particularmente
revisar con detenimiento sus asertos. Yo mismo estaba asombrado cuantas y cuan
llamativas incongruencias salían rápidamente a la luz en “bulb fiction”. La idea “esto no se podrían permitir de
ningún modo, que todo se puede comprobar” llevaría evidentemente a la
confusión.
Teorías de
conspiración son muy atractivas
El amplio empleo de teorías de conspiración en un documental
tendencioso naturalmente es atractivo, ya que de esta forma se pueden ahorrar
pruebas: si parece como si fuera de otra forma, simplemente ha sido elaborado
de forma particularmente pérfida.
Por supuesto, una suposición no se convierte automáticamente
en no digna de crédito solo por sospechar de una conspiración. Sabemos que de
vez en cuando existen conspiraciones, por ejemplo en política y economía. Sin
embargo ante estas sospechas rigen los mismos requisitos de plausibilidad como
en todos casos. Por lo demás, la ética prohíbe atribuir a cualquier persona o
institución conspiración malévola sin que existan indicios razonables.
El fracaso de los
medios
Este asunto es una vergüenza para el gremio del periodismo.
A tropel órganos de prensa distribuyeron a ciegas las tesis del film al parecer
sin comprobar absolutamente nada. Ciertamente existió un deber periodístico, en
especial porque el film formula aseveraciones insólitas de tal medida. (que
muchas de ellas ya circulaban desde hace tiempo en ciertos círculos no exime
por supuesto de este deber del buen hacer.) Aun cuando como periodista no se
dispone de apenas conocimientos del tema a tratar, deberían saltar las alarmas
en el acto, cuando se montan malévolas conspiraciones ciertamente sin indicios
concretos, como pasó en el film por ejemplo contra Greenpeace. Para un
periodista es cosa fácil, si el mismo no puede valorar el caso, comprobar por
ejemplo requiriendo a toxicólogos o expertos en energía, al menos algunas de
las afirmaciones a modo de muestras aleatorias. Queda patente que la alegría
por una historia suculenta era tan grande, que se perdió todo interés en hacer
comprobaciones.
Declaraciones al respecto prácticamente no se han recibido:
- A
comienzos de mayo de 2012 reclamé una declaración al respecto al “Bayerischer
Rundfunk” (Radiotelevisón de Baviera) sobre su programa “titel tesen
temperamente” (nota del traductor:
espacio televisivo de divulgación y actualidad), que comprobó, difundió y
encima apoyó integramente lo enunciado en el film. Recibí de pronto una
respuesta por correo electrónico, bastante arrogante, del autor del espacio Klaus
Uhrig, que no pueda apreciar, a raíz del deficiente nivel de mis reproches,
“base alguna para una discusión”. Cuando le expliqué por teléfono que había
faltado gravemente a sus obligaciones como periodista, se puso extremadamente
nervioso y confesó haber cometido “quizás” una equivocación. Entonces exigí una
declaración oficial al “Bayerischer Rundfunk”. El 21.05.2012 me contestaron por
escrito, pero aseverando de nuevo que el film “Bulb Fiction” hubiera sido
realizado mediante pesquisas serias, sin entrar a fondo en mi crítica bien
fundada, y sin admitir el más mínimo error. Exigí inmediatamente una respuesta
más sustancial, pero no recibí nada más. Klaus Uhrig me comunicó más tarde que
no deseaba más correos de mi parte.
- El
25.05.2012 le informé a Moritz Gieselmann, uno de los realizadores de “Bulb
Fiction” sobre mi crítica on-line, en la que he destapado tantos errores de su
film. Ya a comienzos de mayo había manifestado mi crítica a través del
formulario de contacto de la página web del film, sin haber recibido respuesta alguna
hasta hoy.
- El
03.06.2012 escribí a “3sat” (tv privada) ya que en su programa “Ausgebrannt –
das Ende der Glühbirne” (quemado, extinguido, apagado – el final de la bombilla
incandescente) del 19.04.2012 se vertieron aseveraciones muy parecidas a las de
“Bulb Fiction”. Aquí tampoco recibí contestación.
- Muy
bochornoso también la distinción “especialmente útil” otorgada a la película
por la Österreichische Filmkommission (Austrian Film Commission, AFC). Rogando
una declaración al respecto la AFC sin embargo declinaba cualquier
responsabilidad por esta distinción, y, por supuesto, sin responder a la
pregunta porque se comenta entonces, por ejemplo en la “ORF” (Radiotelevisión
pública de Austria), que haya sido la AFC quien ha otorgado la distinción. Solamente
me remitieron a la “Film and Music Austria” (FAMA), la cual tampoco asumía
ninguna responsabilidad, que esto fuera asunto de un jurado que además
valoraría las películas “exclusivamente según criterios artísticos”. El
24.05.2012 conseguí finalmente entrar en contacto con este jurado. De nuevo no
ha llegado repuesta aún.
Aparentemente ninguno de todos estos responsables se siente capaz rebatir ni un solo error expuesto en mi crítica sobre su trabajo. Tampoco hay disposición de abordar las consecuencias precisas, ante todo de reparar parte del daño causado mediante una corrección oficial.
Uso de la película en la enseñanza
Muchas personas consideran que la película sería ideal para el uso en la escuela. Se debe estar de acuerdo: puede servir como ejemplo por excelencia para propaganda (nota del traductor: la expresión ‘propaganda’ se usa en alemán no para expresar ‘publicidad’ propiamente dicho, sino más bien una propaganda agresiva, cercana ya a la demagogia), elaborada tan bien que induce miedo y terror en personas no informadas a fondo, pero que se desmorona con un análisis exhausto. Un profesor podría en primer lugar exponer la película para luego mostrar punto por punto como puede engañar un documental tan convincente a primera vista. Y no solo para estudiantes, sino también para muchos periodistas quienes no realizan sus cometidos a consciencia. En este contexto se podría tratar las siguientes cuestiones:
- ¿Cuáles son los mensajes principales del film? ¿cuáles de ellos son los más importantes en los que nos queremos centrar? (probablemente los alumnos se interesarían en especial por los peligros del mercurio.)
- Luego cada mensaje uno por uno:¿da la sensación de ser convincente? ¿se aportan pruebas? O ¿cuáles de las informaciones usadas para apoyar las afirmaciones pueden valer como pruebas, y cuáles deben ser comprobadas? ¿Vale como prueba el testimonio de un experto desconocido? ¿cómo tratamos fuente que se contradicen diagonalmente?
Este proceder de hecho podría dar lugar a importantes pasos de estudio. Por supuesto existe el peligro en que algunos alumnos (como también adultos) se fijan de tal manera en la idea principal que todos los intentos de corregir esta fijación son rechazadas enérgicamente. Esto, si es preciso, con teorías de conspiración: Hasta personas como yo, quienes desde hace décadas nos comprometemos con temas de protección ambiental y de salud y de ninguna manera nos ganamos la vida vendiendo lámparas o recibiendo sobornos, somos acusados de malvados lobbistas sin indicio razonable, y menos con pruebas, solo por enfrentarnos a opiniones aceptadas como indudablemente correctas. Incluso pruebas totalmente claras y fácilmente comprobables no bastan aquí, sino son consideradas más bien como intentos especialmente pérfidas de confusión. (Personalmente lo he experimentado en varias ocasiones, especialmente en comentarios por internet).
Sobre el autor:
Dr. Rüdiger Paschotta, diplomado
en física en 1991 y doctorado (con summa cum laude) en 1994 por la Universidad
de Konstanz es Fundador, Propietario y Presidente ejecutivo de RP Photonics Consulting GmbH, Bad Dürrheim, Alemania.
Como experto en Tecnología Láser,
Fotónica y campos adyacentes, y además de temas relacionados con tecnologías de
la energía da soporte a nivel internacional a empresas e instituciones
relacionadas con estas tecnologías.
Realizó trabajos de investigación
en las universidades de Konstanz, Southampton (Optoelectronics Research Centre),
Paderborn y la ETH Zürich.
Ha sido distinguido con varios
premios y reconocimientos, entre ellos el Fresnel Prize of the European
Physical Society (EPS).
Es autor de numerosas
publicaciones, entre ellas:
Das RP-Energie-Lexikon
(enciclopedia de la energía)
Declaro haber realizado la traducción de la manera más fiel
posible intentando reflejar no solo el mero contenido del artículo, sino
también la emoción del autor al realizarlo.
Dado que el Español no
es mi lengua materna, ni he cursado estudios de filología, sino los propios de
mi profesión ruego y espero que disculpen posibles faltas de gramática, sintaxis u ortografía. Los técnicos de Mantenimiento debemos
abarcar muchos campos, pero saberlo todo ya es mucho pedir.
“Richard”
Reinhard Klitzing